La iniciativa de fomento lector dirigido a primera infancia y personas mayores ya alcanzó el 74% de los resultados generados en toda la gestión 2022, gracias -principalmente- a una nueva modalidad de voluntariado corporativo llamada Líderes FIC.
Felices y agradecidos están en Fundación Itaú por los importantes logros que ha obtenido Leamos Juntos durante los primeros seis meses del año en relación con el número de voluntarios, actividades realizadas y beneficiarios, lo que ratifica la capacidad movilizadora de la educación.
Entre enero y junio el programa 167 colaboradores de Banco Itaú han sido parte de Leamos Juntos, lo que representa el 81% del total de voluntarios del 2022 que fue de 205. Se lograron realizar 19 entretenidas sesiones de cuentacuentos para niños y adultos mayores, equivalentes al 63% de todas las actividades realizadas el año pasado que alcanzaron a 30. Estas acciones implicaron una donación de 500 horas de trabajo de los voluntarios, un 78% de las horas entregadas el año pasado que fueron 641. A la fecha, han participado 959 niños y adultos mayores, correspondiente a un 75% de los 1275 beneficiados de la gestión 2022.
Estas positivas cifras en cantidad de voluntarios, beneficiarios, donación de horas y actividades realizadas revelan que -en promedio- Leamos Juntos ya logró el 74% de los resultados obtenidos el año pasado, lo que permite proyectar que este 2023 el programa cerrará con un importante crecimiento.
El programa Leamos Juntos está dirigido a niños de entre tres y siete años de edad y personas mayores en situación de vulnerabilidad que participan en jardines infantiles públicos, escuelas básicas, colegios vinculados a organizaciones sin fines de lucro y establecimientos de larga estadía para adultos mayores (ELEAM) con el propósito de incentivar la lectura y dar acceso a una literatura de calidad, a través de lecturas dramatizadas (cuentacuentos) relatadas por colaboradores de Banco Itaú. Cuenta con tres iniciativas: Lee para un Niño; Lee y Construye, donde los voluntarios, además del cuentacuento, disponen de un huerto en los jardines infantiles para enseñar a cuidar el medioambiente; y Nunca es Tarde para Leer, que se ejecuta en los ELEAM.
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Durante este primer semestre se sumaron dos nuevos centros educativos: Colegio Padre Pedro Arrupe (Quilicura) y jardín infantil Rayito de Sol (Cerrillos), aumentando a 19 los establecimientos inscritos. Estos son los jardines infantiles Agua Luna (Quinta Normal), Los Copihues (La Florida), Los Lagos (Cerro Navia), Villa México (Cerrillos), Mis Primeros Pasos (Estación Central), Entre Cerros (Huechuraba), La Araucaria (Huechuraba) y Millaray (La Pintana); Escuela de Lenguaje Davilita (Pedro Aguirre Cerda); los colegios San Pedro de Pudahuel (Pudahuel), Portales (La Florida) y Anadime (Ñuñoa); Liceo Matilde Brandau de Ross (Valparaíso); Escuela Básica República del Paraguay (Valparaíso); y los ELEAM Cordillera de Los Andes (Puente Alto), Huechuraba (Huechuraba) y Playa Ancha (Valparaíso) .
Las positivas cifras de Leamos Juntos se deben -principalmente- a una nueva modalidad de participación para los voluntarios Itaú llamada Líderes FIC, quienes convocan a la totalidad de sus equipos de trabajo para ser parte de alguna visita de mediación lectora y son los responsables de guiar las actividades en forma autónoma. De esta manera, no sólo se aumenta la cobertura del programa, sino que se potencia la cohesión entre las personas al compartir y conocer a los compañeros en instancias distintas a la realidad cotidiana del trabajo, generándose una mística que aporta al buen clima laboral y genera un orgullo de pertenecer a una organización que les da espacios para realizar un voluntariado con sentido social.
Además de las acciones directas en los jardines infantiles, Leamos Juntos ha entregado este primer semestre 172 libros tanto a los niños que participaron de las sesiones de cuentacuentos como a sus centros educativos para que todos puedan seguir disfrutando todo el año de la magia de las historias. También se han regalado set de útiles escolares, recolectados por Fundación Itaú entre los colaboradores del banco.
Los logros del programa no son sólo las cifras. Su principal éxito radica en la enriquecedora experiencia que los voluntarios logran construir durante las actividades porque junto con relatar un cuentacuento, incentivan a los niños y personas mayores a cantar, bailar, jugar a las adivinanzas, convirtiendo cada visita en una verdadera fiesta de amor y solidaridad. Además de regresar a sus trabajos con la satisfacción de haber aportado a la comunidad en la que está presente Banco Itaú, los colaboradores traen consigo regalitos hechos por los propios niños y emocionantes historias de vida que conocen en los ELEAM como la de Jorge Carmona, quien decidió internarse junto con su esposa, que padece de Alzheimer, para no dejarla nunca sola. El programa Leamos Juntos es, sin duda, una instancia que impacta a todos quienes participan en ella.
¡¡¡Infinitas gracias y vamos con toda nuestra energía transformadora este segundo semestre!!!!.
Leamos Juntos
Programa de fomento lector, dirigido a niños de entre tres y siete años de edad y personas mayores en situación de vulnerabilidad y que participan de instituciones públicas o de fundaciones sin fines de lucro como jardines infantiles, escuelas básicas y establecimientos de larga estadías para adultos mayores, ELEAM. El objetivo es estimular el aprendizaje y el acceso a una literatura de calidad, a través de una estrategia de mediación lectora que son los cuentacuentos, relatados por voluntarios de Banco Itaú.
Las tres iniciativas que conforman Leamos Juntos son Lee para un Niño; Lee y Construye, donde se levantan huertas en los jardines infantiles para enseñar también el cuidado del medioambiente; y Nunca es Tarde para Leer.
En 2022 Leamos Juntos realizó 30 visitas a los 17 establecimientos participantes el programa (jardines infantiles, escuelas básicas y ELEAM de la Región Metropolitana y Valparaíso), impactando a 1.275 niños y personas mayores. Participaron 205 voluntarios de Banco Itaú tanto de Santiago como de Valparaíso que, en total, donaron 641 horas de trabajo a la comunidad, equivalentes a 80 jornadas de trabajo de 8 horas cada una.